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Cuando hablamos de estrés, nos referimos a un estado de excesiva alerta que genera reacciones físicas y emocionales. En cuanto a lo físico, tenemos taquicardia, sudoración, sensación de ahogo e incluso mareos, desmayos y reacciones del tipo alérgico.
Los emocionales que se englobarían en cierta alteración emocional pueden ir desde la irritabilidad hasta el agotamiento o el hastío y la tristeza.
Se considera que el estrés, como la ansiedad, es un mecanismo natural que nos prepara frente a un peligro (nos volvemos mas alertas y estamos preparados para huir o atacar; no por nada los músculos se llenan de azúcar, corre mas adrenalina y el corazón bombea mas fuerte). Ahora bien, cuando uno pasa en reiteradas ocasiones por situaciones que percibe como amenazantes, peligrosas o simplemente tensas, el estado de estrés pasa a ser continuo, generando problemas a nivel cardiovascular o inmune, como son las contracturas, la gastritis, alergias, presión alta, etc.
Más allá que en algunos casos se utilice la medicación hay ciertos hábitos que uno puede hacer para manejar el estrés:
1- Practicar un deporte que nos agrade: la acumulación de ácido láctico genera las contracturas (cómo también la acidez estomacal). El azúcar en la sangre y el aumento de la presión arterial, preparados para poder escapar o atacar ante la situación amenazante, son factores de riesgo que favorecen la diabetes y los ACV (accidentes cerebro-vasculares). En un ambiente controlado, la práctica de deporte ayuda a utilizar estos elementos eficientemente. Por otra parte el ejercicio genera endorfinas (que dan sensación de bienestar) y despeja la mente.
2- Pasar tiempo con amigos o familiares, hacer actividades comunes: el cerebro no para en ningún momento, la única manera en que reorganiza la información o “se despeja” es alternando el foco de atención. Tener un hobby, compartir mates o salidas con amigos o parientes semanalmente, genera otro tipo de funciones que promueven la relajación.
3- Ejercicios de relajación progresiva y técnicas de cambio de afrontamiento situaciones estresoras: estos dos últimos ya entran en el encuadre de un tratamiento para manejo del estrés.
Juan José Lausse